Cine sonorense,
entre muertos y despojados
Se trata de "El pueblo de los gatos", corto de ficción escrito y dirigido por Carmen Coronado, y "Tierra de temporal", un breve documental de Carlos Vizcarra.
El público abarrotó los lugares del estreno y mostró muy buena impresión ante las dos producciones de la cinematografía local.
De Carmen Coronado hay que destacar que es una actriz formada en Sonora y Jalisco, que se estrenó como guionista y realizadora de una historia ubicada en su pueblo natal La Misa, en el municipio de Guaymas.
Al estilo rulfiano, "El pueblo de los gatos" nos sumerge en una trepidante narración visual de un hombre prófugo de la ley, que en su huida termina escondido en un pequeño pueblo del desierto, donde al final descubre que todos sus moradores son fantasmas, los "gatos" muertos que lo orillan a entrar al cementerio del lugar y le guiñan un ojo para que se les una.
Así, La Misa se convirtió en ese pueblo encantado habitado por muertos, como el Comala de Juan Rulfo de su novela Pedro Páramo.
Hay otras historias también llevadas al cine que cuentan dramas similares, con los muertos como protagonistas, pero el trabajo de Carmen Coronado atrae por su bien logrado lenguaje visual. Tuvo el acierto de invitar como Director de Arte al productor Omar Emiliano. Salvo por algunos detalles en el manejo de los planos y cierto "temblor" en las tomas iniciales, el trabajo de fotocinematografía de Carlos Cárdenas es muy bueno. También sobresale la bien lograda edición de sonido, además de la música de Jimena Contreras y Saúl Fimbres, que en conjunto enriquecen la intención del drama que vive el personaje principal, encarnado por el excelente actor Osvaldo Sánchez, en una odisea onírica de 15 minutos bien aprovechados.
¿Qué decir de "Tierra de temporal"? Como documental que dura 14 minutos y 22 segundos, intentó mostrar una "injusticia" con connotaciones políticas que ya tiene más de un sexenio en las montañas que habita la etnia Macurawe o Guarijío, en el Sur de Sonora.
Carlos Vizcarra tiene experiencia dirigiendo proyectos de contenido social en tono de denuncia que, sin embargo, en este caso quedó la sensación de que hubo varios "cabos sueltos" en la narración.
Resulta que en el sexenio del ex gobernador Guillermo Padrés, como parte de su megaproyecto del Acueducto Independencia, se planeó la construcción de una presa que supuestamente "arrasará" con la empobrecida comunidad guarijía, toda vez que con la actual gobernadora Claudia Pavlovich el proyecto continúa. En el documental se maneja incluso que está por instalarse una compañía minera canadiense que se "apoderará" del oro macurawe.
Tanto el realizador como el productor del corto, Omar Navarrete, tenían una buena idea para llevarla a la pantalla, pero la obra quedó a deber porque en el fondo el asunto tiene un nombre que nunca se mencionó: corrupción.
Culturalmente lo más rescatable fue haber dado voz e imagen a los miembros de la etnia, en su lengua materna y con subtítulos en español.
Ramón Chomina L.
ramcl06@gmail.com
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