Ya no hay migrantes para
pizcar en EU; llegan los robots
En la agricultura, donde los trabajadores indocumentados de origen mexicano han sido por décadas la fortaleza de esta industria, los efectos comienzan a verse con mayor claridad.
Al cerrarse la frontera, el cruce de trabajadores migrantes ha disminuido drásticamente, pero lo que parecía una victoria política de la Casa Blanca, se está convirtiendo en un grave problema para las compañías agrícolas de Estados Unidos, pues de pronto la realidad les estalló en sus campos de cultivo: ya no llegan "pizcadores" nuevos a buscar trabajo y los que ya están establecidos envejecen irremediablemente.
Mientras tanto, el mercado doméstico demanda cada vez más productos del campo: frescos, orgánicos, naturales y saludables... pero no hay suficientes jornaleros para cultivarlos y las pérdidas amenazan la rentabilidad de los "agrotitanes" norteamericanos.
Las máquinas al rescate
Para hacer frente al problema, los agricultores están echando mano de máquinas robots que tienen la capacidad de levantar cosechas enormes y empacarlas para su distribución.
Pero el afán de poner urgentemente la tecnología al servicio de la industria agroalimentaria, con la robótica como punta de lanza, genera otros problemas: las máquinas no "razonan" y no "saben" cómo tratar cada pieza para garantizar vegetales aptos para el consumo. Además, ¿quién maneja y programa a las máquinas? Pues nada menos que los mexicanos que quedan en los campos, para lo cual hay que capacitarlos y "moverlos" de las tareas en las que son expertos.
Taylor Farms, una de las empresas productoras y vendedoras de verduras frescas más grandes del mundo, está por estrenar una flotilla de robots diseñados para remplazar a los humanos.
La compañía dijo que esta acción es su respuesta a la merma en el suministro de mano de obra migrante, un fenómeno que se irá extendiendo en toda la industria agrícola si no surge pronto una solución política.
¿Sacarán la 'chamba' los robots?
Hay señales que se deben tomar en cuenta para tener un panorama más amplio de este escenario en el que la robótica, con herramientas de Inteligencia Artificial, parecería que puede entrar al quite sin la suficiente madurez y más bien acicateada por la urgencia de una industria perecedera, ante la ausencia de los legendarios “braceros” mexicanos:
> El servicio de noticias en español de The New York Times consideró que las máquinas inteligentes pueden armar entre sesenta y ochenta bolsas de ensalada por minuto, el doble de la producción de un trabajador.
> En una encuesta a productores agrícolas que realizó la Federación de Oficinas Agrícolas de California en 2017, el 55 por ciento reportó una insuficiencia de mano de obra y la cifra fue cercana al 70 por ciento para los que dependían de trabajadores de temporada. Los aumentos salariales de años recientes no han compensado la escasez, aseguraron los agricultores.
> Chris Rotticci, quien dirige la División de Cosechas Automatizadas de Taylor Farms, está buscando mecanismos para remplazar a los humanos, simplemente porque la empresa no tiene suficiente personal, y al parecer no tanto porque la robótica sea una tendencia obligada.
> Es un hecho que la producción de fresa en California, los huertos de manzanas en Washington, las plantaciones de cítricos en La Florida y las granjas lecheras en todo el país tienen problemas con las consecuencias derivadas de una fuerza laboral reducida, envejecida y nacida en el extranjero.
¿Podrán los robots inteligentes con esta "chamba"? Esa es la gran pregunta; mientras tanto, miles de migrantes centroamericanos están tocando a las puertas de Trump en busca de trabajo, pero los muros no parecen abrirse por ahora.
Ramón Chomina L.
ramcl06@gmail.com
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